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DOLOR MAMARIO

(MASTALGIA Y MASTODINIA)

 

    El dolor mamario, es sin lugar a dudas uno de los principales motivos de consulta en mastología.  También se le denomina mastalgia (en forma general), haciendo referencia a las diversas situaciones que producen dolor mamario, mientras que el término mastodinia, es utilizado para denominar el dolor de carácter cíclico (En relación al ciclo menstrual).

    El dolor mamario puede considerarse «normal»; cuando se produce en forma cíclica y en general mantiene una intensidad y duración reducidas. Como consecuencia de la estimulación hormonal característica de la fase lútea del ciclo menstrual (después de la ovulación – antes del sangrado menstrual), se producen congestión vascular, sensibilidad leve a moderada e incluso aumento del tamaño de la mama. Este conjunto de manifestaciones tienen diversas fluctuaciones e intensidad, comienzan 4 a 5 días antes del inicio de la menstruación, para una rápida mejoría desde el primer día de la misma. Cuando el dolor mamario  dura muchos días, su intensidad es severa, o bien cuando no es cíclico, deben investigarse las diversas causas anatómicas y fisiológicas, en busca de la alteración que lo produce.


    Con base a sus características semiológicas, el dolor mamario se clasifica en:

    1) Cíclico (mastodinia)

    2) No cíclico

    3) Mastalgia de origen extramamario.


    Son muchas las causas del dolor mamario: La enfermedad benigna como quistes, ductos dilatados, tumores o mastitis pueden ser la causa en algunos casos. La tromboflebitis venosa y linfática (Enfermedad de Mondor), la necrosis grasa y hematomas por traumatismos se presentan con relativa frecuencia, mientras que algunas alteraciones extramamarias como la artritis y condritis de la pared costal (Síndrome de Tietze), enfermedad ulcero péptica, cólicos biliares, radiculopatías y neuritis intercostales, entre muchas otras, pueden ser diagnósticos a considerar en algunas pacientes.

    A la hora de valorar a la paciente con dolor mamario, el interrogatorio debe realizarse metódicamente en busca de las causas del dolor, sin olvidar los factores de riesgo  o datos clínicos importantes para el diagnóstico diferencial con cáncer de mama. Si bien el cáncer muy pocas veces es la causa del dolor, la práctica rutinaria del despistaje en todas las pacientes, puede favorecer el diagnóstico precoz al detectar casos en forma incidental, y  por lo tanto con mejor pronóstico. En este sentido, es importante la realización de estudios diagnósticos como la ecografía mamaria y la mamografía, en busca de alteraciones benignas y el cáncer de mama.

    A pesar de la diversidad de causas descritas para el dolor mamario, la teoría hormonal es la que se impone en la actualidad. Se acepta como cierta la hipótesis que afirma, que el dolor mamario se produce como consecuencia de alteraciones en los niveles o la sensibilidad a las hormonas,  como parte de un mecanismo fisiopatológico muy complejo en el cual diversos factores como el estrés psicológico o físico, la alimentación y el consumo de algunos medicamentos pueden tener un papel importante.


    En este sentido se recomienda:

1) Controlar el estrés cotidiano de la actividad familiar y laboral, practicar deportes, hacer ejercicios físicos planificados y actividades recreativas y relajantes con regularidad.  El Yoga es una actividad muy recomendada para lograr este objetivo.
2) Mantener un peso adecuado.
3) Alimentarse de la mejor forma posible:
3.1) Disminuir la cantidad de grasas (dieta baja en grasas)

3.2) Controlar las fuentes de carbohidratos (pasta, arroz, pan, etc.).

3.2) Diversificar la Fuentes de proteínas, favoreciendo el consumo de pollo y pescado sobre las carnes rojas. (Carnes Rojas no más de dos veces a la semana, pescado todas las veces que se pueda).

3.3) Consumo diario y abundante de vegetales y frutas.(de toda naturaleza, sin embargo los verdes como acelga, espinaca y brócoli, así como los granos son muy recomendables)

3.4) Mantener una Hidratación adecuada, incluso durante el trabajo.(al menos 8 vasos de agua al día)

 

4) Controlar rigurosamente el consumo de medicamentos asociados al dolor mamario. (anticonceptivos orales, Terapia hormonal de reemplazo -para la menopausia-, Medicamentos para la fertilidad, Antidepresivos, Antipsicoticos y ansiolíticos, Antihipertensivos y farmacos caridotónicos, diuréticos, Antimicóticos, Antieméticos y algunos tipos de protectores gástricos)

    En relación al café y otras sustancias estimulantes:

    Es común entre la comunidad médica de nuestro país, recomendar la eliminación del café, chocolate y refrescos, como parte de las medidas generales para mejorar el dolor mamario y la condición fibroquística. Esta recomendación se hace en base a algunas investigaciones realizadas en la década de los 70, sobre el metabolismo de las metilxantinas y su influencia sobre la glándula mamaria, pero en la actualidad, la mayor parte de las investigaciones prospectivas no revelan ningún papel del café y otras sustancias estimulantes, desestimando esta recomendación para las mujeres con dolor mamario. En nuestra experiencia, la mayor parte de los casos no tienen ninguna relación, y en general las pacientes que restringen el consumo de café, no presentan mejoría ni cambios morfológicos atribuibles a esta actitud. Sin embargo, en forma anecdótica y ocasional, encontramos alguna paciente que refiere dolor solo al consumir café, o bien algunas que han referido mejorar eliminando el café de su dieta. Si bien estas referencias son circunstancial y no se sustentan en datos estadísticos reales, pensamos que en algunos casos bien seleccionados, la relación entre el consumo de metilxantinas y el dolor mamario puede ser importante, tanto por el efecto directo sobre la mama, como por consecuencia de aspectos psicológicos y el efecto placebo. Finalmente, es bien reconocido el efecto negativo que el café tiene sobre los sistemas neurológicos y cardiovasculares. Por estas razones, seguimos sugiriendo a nuestras pacientes que deben moderar en el consumo de café, te, refrescos y chocolate.


    El sostén, Brassier o Sujetador:

    Se trata de una pieza  esencial para la mujer de la actualidad, y cumple la función de sostener o dar soporte a las mamas, para disminuir el efecto de la gravedad y controlar las molestias que pudiera sentir en sus actividades cotidianas, pero además se utiliza para reafirmar el busto y «mejorar» el aspecto físico de la mujer. A pesar de la difusión en la utilización del sostén, muy pocas mujeres conocen como elegir la pieza más adecuada, y con mucha frecuencia encontramos mujeres que están utilizando sostenes muy flojos o muy apretados, lo que produce consecuencias mecánicas e incluso dolor mamario, dorsal y cervical de mucho interés. En primer lugar, se debe utilizar un sostén que permita las actividades físicas con comodidad, de manera práctica se acepta que un sostén adecuado, permite pasar dos dedos con facilidad a través de las ligas torácica y de los hombros, y además tiene una copa que sostiene  la mama con facilidad.  Se clasifican con un número y una letra; el número representa la circunferencia torácica, mientras que la letra es el tamaño de la copa (32-B).  Para mayor información haga click aquí:

Elección del sostén adecuado


    El tratamiento médico:

    Además de las medidas generales antes mencionadas, los mastólogos contamos con una serie de medicamentos cuyo efecto puede ser beneficioso en diversos casos de dolor mamario. En la actualidad se considera que los complejos vitamínicos, y muy especialmente la Vit E, B1 y B6, anteriormente muy utilizadas para el tratamiento de las mujeres con dolor mamario y condición fibroquística, no cumplen ningún papel diferente al efecto placebo, que pudiera lograrse con cualquier otro medicamentos sin actividad sobre la glándula mamaria. Por esta razón, no se justifica la indicación de estas vitaminas, al menos para lo concerniente a la enfermedad y el dolor mamario, aunque reconocemos algunos efectos beneficiosos para otros órganos y sistemas.

    El dolor mamario debe considerarse una entidad multifactorial, y no existe un medicamento que sea efectivo para todos los casos, e incluso, en ocasiones es necesaria la administración de diversas combinaciones de medicamentos. No es una tarea fácil decidir cual esquema de tratamiento es el más adecuado para cada paciente, en líneas generales se cuenta con los analgésicos y anti-inflamatorios como una forma paliativa y rápida de mejorar el dolor, mientras que se deben utilizar fármacos moduladores de la función hormonal para lograr un alivio prolongado y duradero. En la siguiente tabla se enumeran los fármacos de mayor utilidad en el tratamiento médico del dolor mamario.

1) Analgésicos y Anti-inflamatorios: Notolac, Dolak  (Ketorolac), Aulin (Nimesulide), Cataflam , Voltaren (Diclofenac), Zaldiar, Tramal (Tramadol)
2) Suplementos nutricionales de origen natural: Aceite de prímula  u onagra, Aceite de linaza y Vitex-agnus-castus, los cuales producen regulación de la estimulación hormonal y de la sensibilidad de las células mamarias a las hormonas.
3) Progesterona tópica y oral (Progestogel)
4) Anticonceptivos orales: Algunos anticonceptivos, especialmente aquellos que contienen baja concentración de estrógenos y progestágenos con efecto antiandrogénico y levemente diuréticos. Yaz (Etinilestradiol 20mcg- Drospirenona 3mg)
4) Fármacos bloqueantes de los receptores de estrógeno Taxus, Nolvadex (Tamoxifeno), farmacos inhibidores de  aromataza (Arimidex)
5) Fármacos que inhiben la liberación hormonal a nivel de la hipófisis, principalmente la hormona liberadora de gonadotropinas y prolactina: Danazol (danogen, Ladogal), Cabergolina (Dostinex), Bromocriptina (Parlodel), Goserelina (Zoladex)

    En una visión integral de la paciente, ante el carácter subjetivo del dolor como síntoma clínico, ante los marcados aspectos psicológicos del síndrome de dolor mamario, y ante el latente temor al cáncer de mama, la paciente debe exigir una clara explicación de su enfermedad, con la finalidad de disipar todas las dudas, y conocer con claridad su riesgo y la posible evolución de su enfermedad. Un mastólogo que logre explicar con claridad la naturaleza benigna, fisiológica y hasta «normal», del dolor mamario, ha cumplido el principal objetivo de la consulta, esta paciente posiblemente no requiera mayores intervenciones terapéuticas e incluso puede no ser necesaria la administración de medicamentos, siendo suficiente la aplicación de las medidas generales antes mencionadas.

    Finalmente, la paciente debe comprender que la solución al dolor mamario no es simple ni rápida, en general se requieren de 3 a 6 meses de tratamiento para lograr la remisión del dolor, siempre y cuando se cumpla el tratamiento con disciplina y constancia. Es necesario insistir y explicar esta situación, ya que al cabo de pocas semanas, las pacientes pueden abandonar el tratamiento al no sentirse mejor.

(Con respecto al dolor mamario, la constancia en el tratamiento es lo que garantiza el éxito final).