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     El cáncer de mama es una enfermedad maligna que se origina en el tejido mamario como consecuencia de la suma de múltiples factores ambientales o genéticos. En las últimas décadas se ha registrado un constante aumento en la incidencia y mortalidad de esta condición de salud. La mejoría en los métodos diagnósticos, así como la implementación de programas masivos de detección precoz pueden considerarse una de las causas del aumento de la incidencia, pero el análisis estadístico de los datos registrados en los últimos 30 años demuestra un aumento real de la incidencia de cáncer mamario simultáneo con un incremento aun mayor en la mortalidad.

     En general se considera que la incidencia del cáncer de mama está aumentando a razón de una tasa global de 1 a 3% anual, con una clara tendencia hacia a la aceleración. En los países Europeos y en Norte América el cáncer de mama representa la principal causa de muerte por cáncer desde hace varias décadas. En  Venezuela para el año 2000 se registró una incidencia de 31,43 x 100000 y una tasa de mortalidad de 11,02 x 100000 mujeres. La incidencia continua siendo menor que es los países desarrollados, pero la mortalidad es muy alta llegando hasta el 41,2 x 100000 mujeres en 2012 (Registro central de Cáncer del MPPSDS). Es precisamente la mortalidad el indicador de mayor importancia y sobre el cual debemos centrar nuestra atención. En países Europeos la efectividad de los programas de diagnóstico precoz ha llevado la tasa de mortalidad por cáncer de mama a cifras inferiores a 5 x 100000 mujeres al año.



     En Venezuela, hasta poco el cáncer de mama representaba la segunda causa de muerte por detrás del cáncer de cuello uterino, pero en algunas regiones especialmente en aquellas con mayor densidad demográfica e índice de industrialización ya se encuentra en primer lugar. Este es el caso del estado Carabobo, en el cual desde el año 2000, se ha venido registrado una interesante variación en las tasas de incidencia por cáncer, que ya hoy en día se registra en todo el país, con una tendencia que parece irreversible.

Los primeros datos de la actual década están reflejando lo siguiente:

1) Aumento global de la incidencia.

2) Disminución del promedio de edad en el  momento del diagnóstico.

3) Aumento de los casos diagnosticados precozmente.

4) Disminución de los casos avanzados (incurables)

5) Disminución progresiva de la mortalidad.

     Estos aspectos ponen en evidencia la importancia del control mastológico ante cualquier alteración mamaria y sobre todo como parte del control anual de toda mujer. El objetivo fundamental será  REALIZAR UN DESPISTAJE DE ENFERMEDAD MALIGNA, Y UN DIAGNÓSTICO CADA VEZ MÁS PRECOZ.


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